Puede suceder
Después de usar la imaginación la princesa supo que luchando puede suceder.
En el capitulo anterior (Bendita imaginación) descubrimos que la imaginación de la princesa desencantada, le llevó a imaginar como le gustaría que le hubiese conquistado un extraño que veía en su gimnasio, antes de continuar con aquello, me gustaría compartir una reflexión;
¿A cuántas personas podemos conocer a lo largo de nuestra vida?
Las reglas han cambiado, ahora la tecnología ha superado a las caricias, a las miradas de complicidad, a reír frente a frente y no reír ante un móvil u ordenador.
La cobardía nos esconde detrás de una pantalla donde todo se puede malinterpretar por respuestas cortas y ausencia de palabras.
Estamos totalmente vigilados y viviendo la era del control.

Pero aun adaptando nuestra vida a la evolución a la que nos hemos sometido, siempre hay un mensaje que nos hace sonreír más que otro; un estado de sumisión y nerviosismo esperando las palabras adecuadas a nuestro atrevimiento, cumplido o proposición.
Dicen que todos somos iguales, pero no todas las personas pueden hacernos sentir lo mismo.
De repente, sin buscar emoción, puede suceder y aparece un ser que ilusiona con su presencia a la bella princesa, que le genera nerviosismo y tensión en cada centímetro de su cuerpo.
Todo se vuelve invisible e, inevitablemente, pierde el control sobre sí misma.

¿Qué tendrá de especial? ¿Por qué este y no otro?
El deseo le hace imaginarlo, fantasear escenas con él, y es capaz de soñar.
Se despierta emocionada, sonríe sin cesar (más de lo normal), los ideales adictivos la enganchan por completo a este ser.
Quizás solo por capricho tal vez no llegue a la altura del amor, pero irremediablemente sus gestos cambian si le menciona, cierra los ojos y suspira.

La pasión la envuelve si es correspondida y la melancolía la transforma si no es lo que había esperado.
Esto es una rueda donde podemos ilusionarnos una y otra vez, y aunque todos no puedan hacerle sentir esa locura irrefrenable, al menos sabe que no ha muerto en ella.
Puede suceder y volver a volar. Puede volver a imaginar y a sentirse orgullosa de la alteración de hormonas, por ser una princesa encantada de sentir emoción.
¿Y tú? ¿Ya has pensado en ese ser especial al leer estas palabras?
Continuará…
-Sara J Pajares-
#Locapormitutú 😉 🙂
Esta es la historia de la princesa desencantada. Espero que os haya gustado el segundo capitulo, iré publicando más cada semana.
Comments ( 162 )