Imaginación a realidad
Toda la historia pasó de imaginación a realidad.
Inestabilidad emocional en un lugar donde todo se mueve por interés, lujuria, apariencias y dramas.
Divertirse por cada paso al avanzar, arriesgarse sin temores a las consecuencias…
Una vez más, la princesa desencantada traía un poco de emoción a un rato de monotonía.
El otoño se acercaba, pero ella vivía su primavera moral.
Ese chico del gimnasio que le hizo jugar con la imaginación pasó de imaginación a realidad.
Gracias a una trampa social, ella se dejó llevar por el atrevimiento.
Conseguir un contacto con lo que antes solo era imaginación.
Subir y bajar sin entender la actuación, bailar con las palabras teniendo en cuenta la incomprensión del compás.
Con un secreto, una historia imaginaria sin contar, ellos dos comenzaron a hablar.
Al día siguiente, tras varios juegos de palabras, decidieron verse.
Se sintió cómoda con su grata presencia, pensó en él varias veces antes de lograr dormir.
Los días pasaban y la emoción de ella aumentaba con cada palabra, con cada juego y mirada, y en su lugar de encuentro, aquella sala de entrenamiento.
Hacía demasiados años que no se sentía como una niña revolucionada, con una emoción tan fuerte que le hiciese perder el control de esa manera, que le hiciese retardar su sueño y madrugar con ilusión.
Es imposible explicar con palabras lo que ella sentía. Se erizaba su piel cada vez que él aparecía.
El roce de sus manos le hacía estremecerse, pendiente del reloj que le acercaba a su presencia, pendiente de las buenas noches o buenos días que él le llegó a regalar, de las palabras y guiños de complicidad.
Ella había sufrido demasiado y temía que él pudiera herirla; hombres que destrozaron su moralidad con infidelidades y engaños. Decidió no sufrir más, por este motivo perdió el control sobre su personalidad.
El miedo le hizo enloquecer, tener un comportamiento chulesco, caprichoso, inmaduro y desagradable como protección, de este modo, ella llegó a perder al único chico que le había hecho sentir con un simple beso una increíble sensación.
No pasaba un día en el que ella no lo recordase, alguna frase que hacía que él entrase por su mente. La princesa le hablaba en silencio a través de una red social. Ella seguía mirándolo a través de aquel cristal.
Noches de descontrol que hacían que lo tuviese más presente, y como si no fuese suficiente, ella se lo hacía saber… Estropeando aún más, si cabe, aquella caótica situación.
Una noche de fiesta con su amiga, toparon con la palabra DESTINO de frente. Una incómoda situación le hizo de nuevo que lo recordara, lanzó una moneda al aire para que decidiese si le escribía o no. La moneda le dijo que no, pero ella desafiando a aquel destino, una vez más, lo volvió a estropear.
De camino a casa sus lágrimas caían por la vergüenza de aquella actuación. A las pocas horas, le pidió perdón.
Le llegó a reconocer brevemente su desorden moral. Se lanzó al vacío y fue un descanso mental.
Fueron pasando los meses y ella se dejaba desvestir por otro hombre que no le hacía sentir aquella revolución.
Solo eran noches de pasión. Se dejaba besar por otros labios que no le producían ni una pizca de calor.
Un día, ilusionada por una buena relación, al cruzar una calle se lo encontró y llegó a comprender que de nuevo el destino hizo que recordase a quien le hizo estremecer a su corazón.
Una tarde, después de muchos meses sin verlo, le volvió a extrañar y, escribiendo un microrrelato, deseó con fuerza volverlo a ver…
En aquel lugar de encuentro, su deseo fue concedido y él apareció en el gimnasio. Una vez más pasó de imaginación a realidad.
Hace poco tiempo la princesa llegó a pensar que aquel día que estaba viviendo. No podría regalarle nada más, y ya anocheciendo, él de repente apareció en forma de palabras.
Desde aquella noche, la última sonrisa que ella lanzaba antes de dormir llevaba impregnada su aroma.
Ella comprendió que se puede pasar de imaginación a realidad teniendo coraje para luchar.
Continuará…
-Sara J Pajares-
#Locapormitutú 😉 🙂
Esta es la historia de la princesa desencantada. Espero que os haya gustado el tercer capitulo, iré publicando más cada semana.
Primer capitulo; Bendita imaginación
Segundo capitulo; Puede suceder
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