Los social media acercan a empresas y consumidores empresas con empresas y, por supuesto, personas con personas. Las hay para todos los gustos y ayudan a cumplir todo tipo de propósitos. Exaholics : una red social basada en el anonimato, que ayuda a las personas a recuperarse de una ruptura y olvidar a sus ex. Se concibe como un programa terapéutico en el que se puede charlar con otros miembros, recibir consejos de expertos y hacer nuevos amigos.
Mi tarde como voyeur en la fiesta de las dominatrix con sus esclavos Hace unos días, me hablaron de una novedosa alternativa en las redes sociales que hasta la fecha desconocía. Algo que no imaginaba que pudiera existir. Hablamos de los Tinder para cristianos, una exótica forma de aovar en contacto entre sí a personas que quieren casarse y vivir bajo los valores de la religión. Casarse y tener hijos. Después de meditarlo con algunos de mis compañeros, decidí que no había otra opción que probarlo directamente. Comprobar yo mismo su existencia, su funcionamiento, cómo se comunican entre sí los miembros de levante pequeño ecosistema, qué es lo que buscan. Una misión que cumplir: infiltrarme para conocer este pequeña fauna. Agenciárselas, en definitiva, a alguien con quien casarme.
Siento decepcionar a esos amigos, pero trabajar como periodista erótico solo me ha servido, aparte de para que me pagaran por escribir de algo que a todo el mundo le gusta, para conocer palabras del lenguaje libidinoso en multitud de lenguas diferentes y para aprender conceptos que la generalidad de la gente desconoce porque no le afectan a su cotidianeidad. El escritor francés Michel Houellebecq lo califica, por medio de uno de los personajes de sus novelas, como un estadio superior en la sexualidad humana. La compensación del castigo con la felicidad explica, a grandes rasgos, esta forma de sexualidad para los no iniciados, pero no hay nada que ilustre mejor lo que es el BDSM que la temporada del Centenario del Valencia. Y así ocurre, el dolor sigue estando ahí, el agonía extremo, pero poco a poco va gustando y, cuando antes lo pasabas mal para no perder partidos que tenías que haber ganado, ahora lo pasas peor porque no quieres extraviar partidos que mereces ganar. Ese juego de la asfixia en el santiamén final que tiene casi un gregario místico porque coqueteas con la asesinato en unos segundos. Y en el BDSM, como en toda relación erótica satisfactoria, lo importante no es solo terminar, llegar al orgasmo y correrse de forma sonora y estridente, estrella el camino para alcanzar el rapto. En seguir adelante buscando ese clímax atómico en forma de títulos, ya sepas que en dos o tres partidos malos, en un tiempo adición sin suerte, te puedes quedar sin nada. Solo con dolor.
Morena aficionado bastante sexy consigue su coño famélico perforado. Únicamente para. Acertar Además. Bastante sexy.