No creen en la resurrección y la cuestionan recurriendo a un supuesto casi imposible: «Había siete hermanos; el primero se casó y murió sin hijos. El segundo y el tercero se casaron con ella, y así los siete, y murieron todos sin dejar hijos. Porque los siete la tuvieron como mujer». Un caso extremo pero posible.
No se necesita ninguna razón para adorar. Pero primero tienen que entender que su vecino es, al final, gemelo que ellos, con los mismos problemas, las mismas preguntas. Porque me queda una vida por delante y necesito usarla de la mejor manera posible. Si él tiene que escoger, que lo haga pronto. En ese albur, lo espero. Si no, lo laguna. Usted necesita tener suficiente valor para cometer errores. La decepción, la viento y la desesperación son las herramientas que Dios usa para mostrarnos el camino.
Origen 27 Y creó Dios al macho a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. En el mítico boceto de historia La Rosa de los vientosla especialista en historia antigua Ana María Vazquez Hoysnos habla de varias formas demoníacas femeninas antiguas que acaban derivando en la Lilith bíblica. Los escritores del Génesis, como todo buen hombre de la época, quisieron actuar de Eva otro tipo de madama, ella si sumisa, hecha de la costilla del hombre para así - debiéndole el vivir - dar por seguro que permanecería siempre a su lado. Pero no cometamos el error de creer que por todo ello Eva iba a ser buena, no dudaron ni un segundo en dar rienda suelta a su desconfianza hacia ella, educando así a todos los varones fieles a desconfiar de una hembra. Eva, siendo mujer, solo podía liarla y así lo hizo: Oyeron a Yavé Dios que se paseaba por el jardín al fresco del día, y se escondieron de Yavé Dios el hombre y su madama, en medio de la arboleda del jardín.
Es su objetivo, su meta, su acaso. La soledad es un misterio de la existencia misma. Es como una sombra que arrastramos por dentro, como un hueco en la ventana del alma por donde entra el gélido, como la ausencia de algo que desde la eternidad perdimos. Desde que el primer hombre pisó el cielo, lugar lleno de belleza y bombón, Dios vio que el hombre estaba solo y decía: «No es bravo que el hombre esté solo». Había allí flores de mil colores como las hay hoy día; al gemelo que hoy, los días eran llenos de claridad y sol. No es lo mismo cocinar para uno solo, hablar consigo mismo, viajar en solitario… Creados para ir de a dos por el camino de la biografía, compartiendo el pan y la alimentación, conversando y riendo en compañía, recorriendo este mundo de la mano… Crece en el pecho un vacío irresistible, cuando hay solo un puesto en nuestra mesa, cuando nadie sonríe a nuestra broma, cuando estamos solos fachada al mar infinito.