Tras varios vaivenes premeditados al departamento de finanzas, seguidos de posteriores intercambios de furtivos mails y cadenas de WhatsApp, consiguió por fin que su Mr. Fue él quien le propuso elegir el tan ansiado lugar del encuentro así que tras un estudio de mercado digno de cualquier empresa de gran consumo, decidimos conjuntamente que Martineteel nuevo bistrot recién abierto por los dueños de Casa Mono en la Plaza del Marqués de Salamanca, era la mejor opción. Caballero Andante se transformó repentinamente en el Hombre de Cromañón, poniendo los codos en la mesa y pinchando las croquetas como si fuesen toros a las que ponerles las banderillas en una corrida de Las Ventas. Y yo por aquí no paso. Sí, hoy me ha dado por ser la Señorita Rottenmeier. Y lo de apoyarse con un brazo delante del plato, y con el otro comer, ni lo menciono. Debemos comer erguidos. Ese es el momento de coger tu servilleta, desdoblarla y situarla en los muslos. La servilleta es un elemento auxiliar que nos sirve para muchas cosas y en el mismo momento en que nos sentamos la podemos necesitar toser, etc.
Por otro lado también puedo consumir después de usar el baño. O haremos como los perros llevaremos una bolsita pagaremos en la acera y lo recogeremos. Pagamos impuestos estamos en una sociedad avanzada por favor arreglen levante asunto de una puta vez aquellos que tengan en su mano codificar que no todo se trata de divagar sobre el sexo que queramos tener porque estamos dudosos. Ana 27 Dic Responder Dejo mi caso de hoy. En ese tiempo a él le dio ganas de hacer meada y fue a un restaurante, para pedir pasar al baño, le pidieron el certificado Covid, cosa que tampoco sabe lo qué es sabe que le pusieron sus vacunas y aun ahí puede llegar , por presunto no lo lleva encima ni lleva un smartphone, ni sabe como se usa. Como es normal una andoba con esa edad tiene incontinencia urinaria pero el dueño del local le negó el acceso al aseo. Cuando regresé me contó lo ocurrido y a mi no me quedó de otra que entrar y preguntar si mi tío había estado allí y ellos se habían negado a darle paso al aseo, la respuesta fue que sí, que no tenía el certificado y que ellos no le dejaron pasar.
Happy ending. Camarero, dependiente Esta joven, que no ha querido revelar su filiación y a quien llamaremos Carmen para facilitar la lectura, decidió buscar trabajo para poder sobrevivir en su etapa de estudios. Y otras hacen lo mismo Miguel Sola Desesperada por un poco de 'cash', revisó religiosamente los anuncios de trabajo en periódicos y portales online hasta que un fecha encontró algo que parecía extremadamente prometedor: Masajista profesional, decía el anuncio. Ya sé que hay salas de masajes y 'salas de masajes' guiño guiñoasí que me puse en guardia cuando llegué.