Creo que si se estudia con cuidado este libro puede proporcionar mucha luz a sucesos históricos bíblicos, especialmente durante aquellos tiempos olvidados antes del Diluvio. De hecho, las numerosas menciones y citas de este libro, indican que varios escritores del Nuevo Testamento lo tenían en alta estima. Ac ,25 2 Mirad la tierra y presta atención a sus obras, desde el principio hasta el fin, cómo ninguna obra de Dios sobre la tierra cambia, y todas son visibles para vosotros. Capítulo 6 1 Así sucedió, que cuando en aquellos días se multiplicaron los hijos de los hombres, les nacieron hijas hermosas y bonitas;2 y los Vigilantes, hijos del cielo las vieron y las desearon, y se dijeron unos a otros: Vayamos y escojamos mujeres de entre las hijas de los hombres y engendremos hijos. Capítulo 7 1 Todos y sus jefes tomaron para sí mujeres y cada uno escogió entre todas y comenzaron a entrar en ellas y a contaminarse con ellas, a enseñarles la brujería, la magia y el corte de raíces y a enseñarles sobre las plantas. Jr 6 Entonces la tierra acusó a los impíos por todo lo que se había hecho en ella. Gn ,13; Ap Capítulo 8 1 Y 'Asa'el enseñó a los hombres a fabricar espadas de hierro y corazas de cobre y les mostró cómo se extrae y se trabaja el oro hasta dejarlo listo y en lo que respecta a la plata a repujarla para brazaletes y otros adornos.
Una mirada realista a la situación de la Iglesia y del mundo nos obliga también a ocuparnos de las dificultades en que vive la biografía consagrada. Rm 8, En esta visión de fe, aun lo adverso puede ser ocasión para un nuevo comienzo, si en él se reconoce el rostro de Cristo, crucificado y abandonado, que se hizo solidario con nuestras limitaciones y, cargado con nuestros pecados, subió al leño de la cruz cf. Descubrir el sentido y la calidad de la vida consagrada Con la disminución de los miembros en muchos Institutos y su envejecimiento, evidente en algunas partes del mundo, surge la pregunta de si la vida consagrada es todavía un testimonio visible, capaz de atraer a los jóvenes. Ella, nos recuerda Juan Pablo II, tiene una gran biografía que construir junto con los fieles. Por otro lado, ante la progresiva crisis religiosa que asalta a gran parte de nuestra sociedad, las personas consagradas, hoy de manera particular, se ven obligadas a buscar nuevas formas de presencia y a ponerse no pocos interrogantes sobre el sentido de su identidad y de su expectación. Junto al impulso vital, capaz de testimonio y de donación hasta el martirio, la vida consagrada conoce todavía la insidia de la mediocridad en la vida espiritual, del aburguesamiento gradual y de la mentalidad consumista. La compleja forma de llevar a cabo los trabajos, pedida por las nuevas exigencias sociales y por la norma de los Estados, junto a la tentación del eficientismo y del activismo, corren el riego de ofuscar la originalidad evangélica y de debilitar las motivaciones espirituales.