Lleva en la mano un muñeco Ken, que le trajeron los Reyes Magos. Otros niños y niñas observan su cuerpo con extrañeza. Ella no entiende por qué y se sumerge en el agua e imagina que ella y su muñeco son dos sirenas que nadan en el mar. Lía García tiene hoy 31 años.
Las malas es un rito de debut, un cuento de hadas y de terror, un retrato de grupo, un manifiesto explosivo, una visita guiada a la imaginación de su autora y una crónica distinta de todas. Las malas es esa clase de álbum que, en cuanto terminamos de adivinar, queremos que lo lea el globo entero. Un escrito personal de auto-ficción donde Camila no deja nada ausente, sin desaprovechar la oportunidad de gritar su historia, ella asume el protagonismo del Relato y se inspira en su verdad absoluta. Desnuda su ánima, se desprende de todas las pieles para contar su historia y la de otras travestís en este apuntado. Con tintes humorístico y reales, ella nos cuenta cómo sobrevivió en la época donde decide prostituirse para estar como mujer. Mujeres con plumas Hombres sin cabeza Leche materna de senos inertes. Con un final triste empero no podía ser diferente. Cierra esta preciosa obra.
En los años sesenta, durante los cuales emigró a Europa, publicó tres libros de narrativa, El insurgente , Por el norte el Mar de las Antillas y Juego limpio Los poemas amorosos de La novia de Sandro , que durante años publicó en un blog y que Tusquets Editores publicó reunidos en un solo volumen recientemente, muestran su corazón amigable, sus modos líricos de hacerle fachada a la soledad, a los hombres y al amor esquivo. Y su faceta de actriz —que ella entiende en consonancia con su propio faena escriturario— en obras como Carnes Tolendas, solo ha reafirmado su lucidez creativa, su garra y su dulcemente feral ingenio. Soy una atorranta, una desclasada, una sin tierra, una sombra de lo que pude ser.