Claro que no, pero apostamos a que alguna de estas cosas no la sabías Haz que sea memorable. O sí, pero nadie le supo contestar. O sí, pero hacía viento y usted no lo oyó bien. Muchos se aburren tanto de sí mismos que hasta cambian a su querida manoque siempre les ha sido fiel, por un asalto nocturno a la nevera.
Y lo primero que me ha venido a la mente ha sido la escena de American Pie, la que el protagonista es pillado por sus padres mientras se masturba mirando una película porno con un calcetín. Si una persona se quiere masturbar en casa es esencial tener su familiaridad, por eso yo tengo un aldabilla en mi habitación, porque no me gusta que entren sin llamar a la puerta y me encuentren jugando a ser DJ, vamos, mientras me hago un dedo. Bueno, depende, si es el amigo de mi ñaño le dejaría pasar. Cuando hablas del tema con algunas personas, parece que nadie se toque sus partes para darse placer. Como cada tío es diferente, te voy a dar una serie de consejos para que te masturbes como nunca antes lo has hecho, y si eres una asistenta, para que le puedas hacer la paja de su vida.
Empero, en épocas anteriores, los moralistas gastaban mucha tinta en advertir de los peligros de las acciones manuales o digitales que, aplicadas por el apoderado en la verga, la vagina, el clítoris, el ano, o regiones adyacentes, iban dirigidas a satisfacer la lascivia. Los moralistas aseveraban que la onanismo provocaba, en los hombres, pérdidas de fósforo cerebral a través del esperma. Todas estas alucinantes fantasías formaban parte de la educación moral impartida en los colegios de la primera centro de nuestro siglo, que, en nuestra Patria, duró hasta el tercer pieza. En el caso que nos ocupa, necesidad de masturbarse. En ciertos casos, la masturbación adictiva puede sustituir otras actividades sexuales. Hay personas que únicamente son capaces de satisfacerse sexualmente mediante la masturbación, y dejan de interesarse por las relaciones interpersonales. Masturbarse es algo natural y debe ser ameno. Solamente si se convierte en una necesidad malsana, que convierte a la persona en esclava, requiere un apoyo profesional como cualquier otra adicción.