Sexo Pepe Barahona Suena el timbre en un piso escondido en el laberíntico barrio de Gracia de Barcelona. Tras la mirilla espera el cartero con un paquete pequeño y delgado en la mano. Pep, un tipo alto, joven, bien parecido y con barba de varios días, abre la puerta y recibe el sobre acolchado de color marrón. Tras dar el portazo desprecinta con las manos el bulto y saca unas braguitas blancas de su interior. Las mira con detenimiento, se le ilumina la cara y se las lleva a la nariz.
POR TI. Y mucho menos oliendo a sudor. Por norma general, todas las chicas hacen lo mismo antes de quedar contigo. Siguen una serie de rituales que solo se conoce entre el mundo femenino. A lo loco. Por ejemplo, esperamos que tras levante artículo, los hombres que esperen anegar después de la cita alaben las braguitas que ha elegido cuidadosamente su chica y no que solo se las quite como un perro en celo , que elogie la lenidad de sus piernas ya que ha sufrido para estar así de 'antinatural' para ti o que no critique cómo tiene la casa de desordenada cariño, no ha tenido tiempo de limpiar por estar examinando su vagina. Saca la lencería que nunca usa A pesar de que siempre la has visto en lencería fina, jamás la utiliza en su día a día. De esas de algodón que se pueden poner con cualquier arras.
Por complejos, una sociedad machista y opresiva y distintos posos de una adiestramiento demasiado puritana en ocasiones ha dejado tradicionalmente a la mujer al acera de la liberación sexual. Pero actualidad en día la mujer ya compite -casi- en el mismo plano que el hombre en el campo del sexo. Los libros de la dinastía '50 sombras de Grey' rompió muchos esquemas a algunos hombres, que pensaban que las mujeres eran meras muñequitas a las que dominar en la cama. A veces, por miedo a no ser comprendida por otras mujeres. En otras ocasiones, por miedo a causar extrañeza en su pareja venéreo, ya sea un hombre u otra mujer Algunas incluso quieren ser ahogadas temporalmente para ampliar su placer venéreo. La fantasía de ser penetrada por alguien quien nunca la había alcanzado antes le supone un morbo complicada de poner en marcha Sin bloqueo, un falso mito sexual es que el hombre prefiere tríos con dos mujeres y ellas, lo contrario. Empero no, a la mujer no le importa en ocasiones compartir cama con otra mujer si encuentra satisfacción en ese trío con su pareja masculina.